16Oct

¿Qué tipos de encuadernación de libros son los más populares?

Aunque la frase de “no juzgues nunca un libro por su portada” es bastante acertada, lo cierto es que las primeras impresiones siempre son importantes. Y es por ello que contar con una buena portada, que resulte atractiva y esté bien trabajada, es fundamental para que un libro tenga éxito. En la mayoría de ocasiones sucede siempre lo mismo: aquello que cuenta con más detalles y es más bonito triunfa más. Aunque luego pueda ser peor que otro con un aspecto más cuestionable.

Y en el caso de los libros, su aspecto no tiene que ver solo con el diseño de la portada. Hay otros aspectos que también pueden denotar calidad y detalles cuidados como el tipo de papel elegido, su gramaje y otros aspectos similares. Aunque, sin lugar a dudas, hay otra cosa que destaca por encima de ello: la encuadernación. Así que al igual que hace una semana os hablamos de los colores de moda para este otoño-invierno, hoy vamos a repasar los tipos de encuadernación más populares.

Los tipos de encuadernación de libros más usados

A la hora de encuadernar un libro hay muchos aspectos que tener en cuenta: coste económico, acabado más recomendado en función del tipo de publicación que se trate, aspecto que queremos otorgar al libro… Lo cierto es que existen muchos aspectos a tener en cuenta en lo relativo a la encuadernación. De hecho, hay encuadernadores artísticos que ofrecen sus servicios para ofrecer libros de tiradas especiales completamente inigualables.

Sin embargo, si hablamos de tiradas más normales, normalmente lo que más encontramos son libros de tapa dura y ediciones de bolsillo con tapa blanda. Así que a continuación repasaremos las características de estas encuadernaciones.

Tapa blanda

Los libros de tapa blanda son menos resistentes que los de tapa dura pero también más económicos, lo cual es su principal ventaja. Es el tipo más utilizado en todo el mundo ya que ofrece la posibilidad de llevar a cabo grandes tiradas de ejemplares a un precio bajo sin renunciar a una buena estética. A la tapa blanda se le unen las páginas del libro mediante las técnicas del encolado o el cosido.

Tapa dura

Con este tipo de encuadernación encontramos que las páginas del libro están cubiertas por una tapa de cartón duro. De ahí viene su nombre precisamente. En ese cartón se imprime el título y el diseño que tendrá la portada para su venta. Se trata de un tipo de encuadernación que ofrece una gran solidez y resistencia, además de un acabado de calidad y muy cuidado. Eso sí, suele resultar más costoso que otros tipos, lo que hace que estos ejemplares sean más caros en lo relativo al precio de venta.

Encuadernación grapada

Por último encontramos a la encuadernación grapada, que es la más económica de todas. Su sistema consiste en doblar las hojas de la publicación por la mitad y graparlas en el pliegue de las mismas. Eso sí, normalmente solo se utiliza para libros cortos, cómics, revistas o manuales. Esto se debe a que es un tipo de encuadernación ideado para ser utilizado con pocas páginas.

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