Escribir un libro es una tarea complicada, mucho más de lo que la mayoría de personas se pueda pensar. Se trata de una tarea que requiere de tiempo, dedicación y mucha creatividad. Pero, como reza el dicho, antes de morirse todo el mundo debe haber plantado un árbol, escrito un libro y tenido un hijo. Y, más allá de los típicos consejos de escritura, hoy vamos a centrarnos en aspectos a tener en cuenta a la hora de imprimir nuestro libro.
Por que sí, lo que contemos en él será lo más destacado, pero existen otros aspectos que también juegan un papel relevante. Desde la encuadernación que elijamos, hasta el tipo de papel o la maquetación por la que optemos. Así que hoy vamos a ofreceros un recopilatorio sobre todas las cosas que deberías tener en cuenta si queréis imprimir un libro.
La maquetación
En este post vas a ver
El primer aspecto tiene que ver con la maquetación de nuestro libro, porque no todo es escribir. Al menos no si queremos plasmarlo de una manera que sea cómoda para nuestros lectores. En este sentido, la maquetación es algo que deberíamos tener en cuenta. De hecho, es el primer paso que deberíamos dar una vez tengamos el texto preparado.
En este sentido, hay varios aspectos relevantes. El primero de ellos tiene que ver con la medida y el formato utilizado para nuestras hojas. Aquí podemos optar por lo más frecuente, que son las medidas DIN A4 y A5, o elegir uno totalmente personalizado para nosotros. Pero esto no es lo único, porque más allá de las medidas también tendremos que definir qué tipo de impresión utilizar. En este sentido existen dos opciones:
- Impresión digital: es el tipo recomendado para un número bajo de ejemplares.
- Impresión offset: si queremos realizar muchas copias, a partir de 500, nos saldrá mucho mejor elegir la impresión offset.
Uno de los aspectos más relevantes de la maquetación tiene que ver con el formato que elijamos y el tamaño del papel a utilizar
Tipo de papel
El tipo de papel también es relevante, ya que podemos encontrar muchos diseños diferentes por los que decantarnos, desde papel con brillo, hasta hojas con efecto mate. Los más utilizados son el offset y el estucado, aunque es el primero el que más se suele utilizar en el caso de los libros. En lo relativo al gramaje, se trata de la medida que define el peso del papel, algo que también deberíamos valorar antes de comenzar con el proceso de impresión.
La encuadernación
Sobre la encuadernación podemos complicarnos todo lo que queramos, ya que existen cientos de acabados diferentes. Sin embargo, lo más normal suele ser optar por los encuadernados de tapa dura o los de tapa blanda. En este último tipo encontramos los rústicos o cosidos y los encolados. Para tomar la decisión adecuada aquí, debemos valorar nuestro presupuesto, el tipo de libro que queremos encuadernar y el público al que va dirigido. En este caso, estos consejos para la autoedición de libros pueden ayudarte mucho.
Otros aspectos importantes
Existen otros aspectos que también deberíamos tener en cuenta antes de lanzarnos a la impresión de un libro. Uno de ellos, quizá de los más importantes, es el de realizar una buena corrección. Aquí lo apropiado es recurrir a alguien externo para que pueda comprobar que no hay fallos o erratas en el texto. Además de esto, también es relevante realizar un diseño atractivo para la portada y contraportada, ya que, aunque lo que importa está en el interior, muchos únicamente juzgan el libro por su portada.