Hace unas semanas hablamos sobre qué tener en cuenta a la hora de imprimir un libro. Pero lo cierto es que, más allá de la propia impresión en sí, hay muchísimos detalles de gran relevancia a la hora de hacer realidad un libro. Aspectos como el diseño, la creatividad, el saber contar la historia, elegir una maquetación adecuada… Y del que vamos a hablar hoy en esta publicación: elegir el tipo de encuadernación adecuado.
La encuadernación es el proceso que nos permite juntar todas las páginas de nuestro libro de manera permanente. Algo que resulta básico y que tiene un impacto directo en diferentes aspectos como el coste de fabricación, la durabilidad de nuestro libro o la calidad. Así que para que tengáis todo completamente claro, os contamos cuáles son los principales tipos de encuadernado y sus características más relevantes.
Los tipos de encuadernación más habituales
En este post vas a ver
Encuadernación de tapa dura
Este tipo es uno de los primeros que vendrá a nuestra mente si nos imaginamos un libro clásico, de los de toda la vida. Consiste en pegar todos los folios de nuestro trabajo a un cartón rígido de un grosor aproximado a los 3 mm. Ese cartón suele estar forrado en tela o papel y ofrece un acabado de bastante calidad.
Sus principales características tienen que ver con que aporta gran calidad, solidez y resistencia al libro. De hecho, suele ser el tipo de encuadernación elegido para las ediciones de libros más caras ya que brinda más opciones y un acabado premium. Sin embargo, por contra, su producción resulta más costosa a nivel económico y requiere de más trabajo.
El encuadernado de tapa dura es uno de los que más calidad ofrece a nivel de diseño y acabados para un libro
Encuadernación de tapa blanda
Si hablamos de los libros de tapa blanda, hacemos referencia a la encuadernación más común durante los últimos años. Su principal beneficio es que se trata de un tipo de encuadernado que resulta muy económico y sencillo de realizar. Existen varias posibilidades aquí:
- Cosido: consiste en coser entre sí varios cuadernillos de hojas agrupadas para posteriormente unirlos a la tapa.
- Encolado: en este caso, en vez de coserlos se utiliza la cola y otros elementos adhesivos para unir las hojas a la tapa.
- Grapado: la última opción para el encuadernado de tapa blanda pasa por grapar los cuadernillos directamente al centro del pliego.
Encuadernación en espiral
El último tipo de encuadernado del que vamos a hablar entre los más comunes es el de espiral. Consiste en hacer una serie de agujeros al lado de las hojas e introducir un filamento de PVC para mantenerlas unidas. Algo que habrás observado en cuadernos y otros artículos similares. Es un sistema que no resulta demasiado caro y que ofrece un acabado muy práctico. Sin embargo, su calidad a nivel estético se ve reducida.
En conclusión
Antes de elegir si queremos una encuadernación rústica o de cualquier otro tipo, deberíamos valorar cuáles son nuestras necesidades. Tener claro el número de páginas de nuestra publicación, la calidad que queremos que tenga y el tipo de libro que queremos. Para ello, el mejor consejo es recurrir a una imprenta editorial para que nos asesoren sobre cuáles son las opciones que mejor se adaptan a lo que estamos buscando. En Diacash somos expertos en impresión, así que estamos a tu disposición en caso de que necesites asesoramiento para hacer realidad tu libro.